bienvenido

bienvenido

lunes, 14 de febrero de 2011

Jugando a las canicas.


Mi turno.
A ver, a ver. Estoy bastante lejos, pero voy a intentar ir a por la de Miguel. Me gusta mucho más la “china” azul y amarilla de Pedro, pero no creo que pueda alcanzarla desde aquí.

-¡Miguel: a por la tuya!

Me miró con algo de indiferencia, esa canica no le importaba demasiado, era “normal”.

Clavé los ojos en la bola. Era roja y verde, de cristal y sí, era muy “normal”, pero si todo salía bien podría acercarme a la que realmente me interesaba, la de Pedro. El día anterior había ganado dos parecidas en el “triángulo”, pero esta era mucho más bonita y rara.

Estaba a tres pasos de mí y a un paso del “gua”, era perfecto. Apunté bien y lancé con el pulgar.

Allá va …

Mi bola describió una parábola y al bajar “atiné” de pleno. Un choque perfecto que mandó la bola de Miguel más allá de la raya. La mía se quedó “clavada” a tres cuartas. Fue muy fácil medir una y hacer “cholón”.

Ahora sólo me hace falta un poco de suerte y, desde aquí, acertar a la “china”. No está muy lejos y seguro que hoy la gano. Hace muchos días que estoy detrás de esa bola y ahora tengo la oportunidad.

¿Continuará? …