Hace unas semanas, paseando frente a Notre Dame de París, me
encontré a este tipo montado en su extraño vehículo. Me pareció un artefacto
muy curioso, con todos esos engranajes, equipos de medición, orbes giratorios y un aspecto de lo más extraño. Por un momento pensé que me
encontraba frente al protagonista de The
Time Machine de H.G. Wells.
Este sábado se rompió
la magia cuando me encontré a un personaje similar en la Puerta del Sol, en Madrid.